Intuición Sensible.
Todos la practicamos a cada instante. Cuando con una sola mirada percibimos un objeto, un vaso, un árbol, una mesa, un hombre, un paisaje, con un sólo acto hemos llegado a tener, a captar ese objeto. Esta intuición es inmediata, a una comunicación directa entre mi y el objeto.
Intuición Intelectual.
Cuando en la actitud de la intuición, el filósofo pone principalmente en juego sus facultades intelectuales, entonces, tenemos la intuición intelectual. Esta intuición intelectual capta la esencia o sea, lo que el objeto es.
Intuición Emotiva.
La actitud intuitiva del sujeto, en donde predominantemente actúan motivos de carácter emocional de origen a la intuición emotiva que no busca la esencia del objeto, no es ya lo que el objeto es, sino el valor del objeto, lo que el objeto vale.
Intuición Volitiva.
Se refiere a la existencia, a la realidad existencial del objeto.
Por medio de la intuición volitiva, desentraña, no lo que es, sino que es, que existe, que esta ahí, que es algo distinto a mí.
La existencia del ser se descubre del hombre mediante un tipo de intuición predominantemente volitiva.
Intuición Espiritual.
Existe una intuición espiritual, que se diferencia de la intuición sensible en que su objeto no es objeto sensible. Esta intuición tampoco se hace por medio de los sentido, sino que se hace por medio del espíritu (ser inmaterial y dotado de razón).
Cuando yo digo que el colo rojo es distinto del color azul, esta diferencia entre el rojo y el azul la veo con los ojos del espíritu mediante una visión directa e inmediata.
